Con el fin de la prórroga del I Convenio Colectivo de Empresas, en el que todas y todos hicimos historia
confluyendo en gran parte las condiciones laborales y salariales de TdE, TME y TSol, CCOO abordó
esta negociación con el objetivo de mantener y mejorar lo escrito, rechazando cualquier posible
ataque al conjunto de nuestros pilares básicos.
El acuerdo al que llegamos en el día de hoy es de especial trascendencia, en el entorno social y político
en el que estamos, y con él nos dotamos de una necesaria estabilidad demandada tanto por la
empresa como por la parte de la Representación Social, sin perder de vista el marco de las
telecomunicaciones que vive la constante adaptación a un mercado competitivo, lleno de claro
oscuros.
Al inicio del proceso, teníamos como premisa fundamental que fruto de esta negociación colectiva
nuestras plantillas tuvieran aseguradas las garantías que permitirán tanto el desarrollo de su trabajo,
así como afrontar el futuro con optimismo.
La garantía de empleo, la no movilidad forzosa interprovincial e interinsular, la garantía de no
realizar movimientos de trabajadores/as con carácter forzoso o sin acuerdo se mantienen en el
ADN de este convenio y por lo tanto el eje negociador para CCOO ha sido alcanzado.
El Mantenimiento de la Estructura de clasificación profesional y Salarial es de los aspectos
conseguidos uno de los más relevantes en este CEV, a pesar de las pretensiones de la empresa. Se
mantiene el concepto de antigüedad, una de nuestras joyas, a la vez que hemos logrado no introducir
en el debate la Valoración por Desempeño.
En relación a los aspectos Salariales, se garantiza la mejora del poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras, tanto con las subidas salariales pactadas para los tres años de vigencia como con la inclusión de los pluses de convenio, y su parte de consolidación, además de la cláusula de garantía salarial referenciada al IPC, de gran importancia en los momentos tanto estructurales como coyunturales, que atraviesa la economía nacional e internacional.